jueves, 23 de julio de 2009

IGUALDAD DE GÉNERO

La obra se articula desde la unidad, pasando por la fragmentación hasta llegar al híbrido y viceversa. En consecuencia, retomamos las bases del deconstructivismo para destruir el cuerpo y volver a construirlo para generar un nuevo lenguaje. En este proceso fragmentamos la figura humana para generar unidades más pequeñas, por lo que, nos remitimos a la idea de retícula. Partimos de un elemento más pequeño de nuestra anatomía, para en este punto volver a diseñar al individuo.
Es importante, para entender el sentido de la obra, la utilización del cuerpo como símbolo, entendiendo este como la representación perceptible de una realidad, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada, ya que los símbolos son pictografías con significado propio. La representación de ideas abstractas mediante símbolos tiene su origen en la cultura oriental y a lo largo de la historia, las ideas de la humanidad han estado ligadas a una serie de símbolos significativos. Por lo tanto, será importante en este trabajo la introducción de la semiótica, donde se utilizarán los signos y la estructura de estos como base de la relación entre significante y significado.
Tenemos que puntualizar que en el body art el cuerpo no solo se limita a las esferas de su materialidad biológica, sino que también alude en gran medida al cuerpo como recipiente cultural donde confluyen todo tipo de sociedades, actitudes y naturalezas sociales. El cuerpo es presentado como abanderado simbólico de la humanidad y por lo tanto en su interpretación operan conceptos políticos, sexuales, emocionales, de razón y subjetivos, llevándonos directamente a las ideas filosóficas de la fenomenología.
ESTE TRABAJO FUE REALIZADO CONJUNTAMENTE CON UNA COMPAÑERA DE LA FACULTAD ANA ISABEL RUIPEREZ BENITO.

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